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Cochilco: “La minería del cobre continúa enfrentando requerimientos energéticos crecientes”

  • El Informe de actualización del consumo energético de la minería del cobre al año 2021 de Cochilco, publicado recientemente, revela que “en las últimas décadas ha habido un aumento progresivo en el consumo energético superior a los aumentos en la producción de cobre. 

La Comisión Chilena del Cobre, Cochilco, publicó el Informe Consumo Energético en la Minería del Cobre año 2021. El documento revela que, la minería del cobre continúa enfrentando requerimientos energéticos crecientes, por temas estructurales como el envejecimiento de las minas, el endurecimiento de la roca, la caída de las leyes de cobre, como por temas productivos y la tendencia hacia la producción de concentrados y la mayor necesidad de agua lo que implica la construcción de plantas desalinizadoras y la impulsión de agua de mar (desalinizada o directa).

El estudio se basa en los resultados de la Encuesta Minera de Producción, Agua y Energía (EMPAE), aplicada anualmente por Cochilco a las operaciones mineras de cobre del país.

Considerando un total de 51 operaciones mineras, entre las que se encuentran gran y mediana minería, fundiciones y refinerías, en el año 2021 llegó al 99,92% de la producción de cobre nacional, específicamente 99,98% de la producción de cátodos electroobtenidos y 99,9% de la producción de concentrados.

“Lo anterior corresponde a un porcentaje alto de cobertura, sin embargo, es crucial que siga el compromiso del sector minero del cobre y poner énfasis en la calidad de los datos entregados, para poder seguir con esta línea de trabajo que transparenta y acerca a la ciudadanía la realidad energética del sector y su real impacto e importancia energética en el país”, indica el informe.

CONSUMO ENERGÉTICO Y PRODUCCIÓN CUPRÍFERA

Al 2021 la industria minera del cobre tuvo un consumo total de energía de 185.208 TJ, lo que representa alrededor del 15% del consumo agregado del país. De este total, 98.686 TJ son de la energía eléctrica y 86.522 TJ por consumo de combustibles.

La Figura ilustra el consumo energético de electricidad (53% del total) y combustibles (47%) y la producción de cobre fino desde el 2001 al 2021. Si bien, a nivel general los consumos de electricidad y combustibles son relativamente similares, a nivel de procesos varían significativamente.

Los tres más intensos en demanda energética son la mina rajo con 72.638 TJ que representa el 39% del consumo energético total, le sigue el proceso de concentración con 53.776 TJ (29%) y el proceso de Lixiviación con 23.221 TJ (13%).

Para el caso del consumo de combustibles, la mina rajo se lleva el 79% del total de combustibles, seguido por fundiciones con un 7%. Para el consumo eléctrico, en cambio, el proceso de concentradora es la fuerza dominante con un 53%, seguido de la electro-obtención con un 19%.

A nivel regional, Antofagasta es por lejos la región con mayor consumo energético tanto en combustibles (53,5 mil TJ, equivalente al 62 % del total de combustibles durante 2021) como en electricidad (54,3 mil TJ, equivalente al 55% del total eléctrico).

La región de Atacama por su parte cuenta con una participación del 11% del consumo energético total; las regiones de Coquimbo y Valparaíso en conjunto con el 12%, las regiones de O’Higgins y Metropolitana con el 11% y la región de Arica y Parinacota con un 8%.

En relación con el consumo por tamaño, la gran minería privada del cobre fue responsable de alrededor de dos tercios del consumo tanto de electricidad como de combustibles durante el año 2021, mientras que la gran minería estatal, representada por Codelco, representa el 29% de combustibles y 27% de electricidad.

La mediana minería privada por su parte es responsable del 3% de combustibles y 4% de electricidad respectivamente, en tanto la mediana minería estatal es responsable del 1% de combustibles y electricidad respectivamente.

Por último, en relación a los gastos por energía, vemos que el consumo eléctrico constituye la principal fuente de gasto con USD 2.589 millones frente a los USD 1.177 millones del costo asociado al consumo de combustible durante 2021.

LOS GRANDES DESAFÍOS ENERGÉTICOS DE LA MINERÍA

Los analistas de Cochilco son enfáticos en señalar que, “La industria minera enfrenta los desafíos de un intenso y creciente consumo energético, la necesidad de que el suministro sea constante y seguro y la necesidad de desarrollar una producción sustentable lo que la hace necesitar del uso de energía compatible con el medio ambiente y de reducir las emisiones de gases efecto invernadero del sector”.

En las últimas décadas ha habido un aumento progresivo en el consumo energético superior a los aumentos en la producción de cobre. Entre el 2001-2021 la producción nacional de cobre mina se presenta más bien estable y se ha incrementado un 19%. En tanto el consumo energético de la minería, ha aumentado un 115%.

Desglosando por tipo de energía el consumo eléctrico ha aumentado un 109% y el de combustibles un 122%, en el período 2011-2021. Lo anterior se atribuye a causas estructurales y de producción en la industria del cobre nacional.

Por el lado de las causas estructurales, se encuentra el continuo y natural envejecimiento de las minas, lo que a su vez se relaciona con menores leyes del mineral (lo que implica mayor mineral a transportar y procesar para obtener igual cantidad de cobre que en años anteriores), a una roca más endurecida y a mayores distancias de acarreo, situación que, en su conjunto, aumenta los requerimientos energéticos, especialmente de combustibles, pero también de electricidad. Ello se ve reflejado principalmente en el aumento en el consumo de combustibles de la mina rajo que se ha triplicado entre 2001 al 2021, llegando a representar en el 2021 el 79% del total combustible usado en minería del cobre.

En paralelo, se cuentan las restricciones a la extracción de agua continental, que ha impulsado a varias faenas a instalar plantas de desalación e impulsión de agua de mar hacia las faenas, proceso que es altamente intensivo en electricidad y que en el 2021 representa el 9% del consumo eléctrico total de la minería del cobre.

SE REFUERZA TENDENCIA AL USO DE AGUA DE MAR

Atendiendo a las causas productivas, destaca la sucesiva mayor producción de concentrados de cobre debido al agotamiento natural de los minerales oxidados (32% de crecimiento concentrados versus 8% de decrecimiento en cátodos SX-EW en el periodo 2021-2021), lo que acrecienta la necesidad de energía, sobre todo eléctrica, por dos vías.

La vía directa, mediante el proceso mismo de concentración de mineral intensivo en energía eléctrica, que en el 2021 representa el 53% del consumo eléctrico minero. La indirecta, por el mayor uso de agua en este proceso, lo que a su vez refuerza la tendencia al uso de agua de mar, intensivo en energía eléctrica.

“A pesar de estos desafíos, actualmente el escenario de suministro energético en el país se presenta más favorable para el desarrollo de la minería del cobre que en años anteriores, en términos de que los precios de combustible y energía eléctrica se han mantenido relativamente estables y lejos de los altos niveles alcanzados diez años atrás. Además, el 2018 se concretó la integración de los Sistemas Interconectados Central y del Norte Grande en el llamado Sistema Eléctrico Nacional (SEN), lo que ha permitido avanzar al país hacia una mayor seguridad en el abastecimiento de electricidad y en la integración de energías renovables y renovables no convencionales, lo que ha permitido y permitirá disminuir los costos de electricidad, y realizar un suministro eléctrico más limpio y sustentable”, señala el informe.

Por su parte, la minería del cobre está progresando en el uso de energías renovables y desde 2019 un importante número de empresas mineras han realizado procesos de renegociación de contratos eléctricos para suministrarse en los próximos años con energías limpias y a precios más convenientes.

“Cabe señalar -señalan los analistas de Cochilco- que, lograr un suministro gradual y creciente de electricidad con energías renovables es muy positivo para un desarrollo sustentable del sector minero. Este suministro creciente con fuentes limpias debe complementarse con un mejoramiento continuo de la eficiencia energética y con una gestión de la energía en una minería sustentable líder en la mitigación al cambio climático, debe incluir el mejoramiento continuo de la eficiencia energética y con una gestión de la energía”.

“Por lo tanto, es importante que la industria minera del cobre siga incrementando la eficiencia energética en uso de electricidad y combustibles en aquellas faenas que ya han comenzado en esta senda y desarrollar esta línea de trabajo en las faenas donde no se ha realizado aún. Por ello el compromiso y colaboración entre las propias empresas mineras y dentro de sus divisiones, con la eficiencia energética es relevante, ya que permitirá la transferencia de mejores prácticas en este ámbito, fortaleciendo el negocio minero”, indican.

.“En consecuencia, la visión de largo plazo que se le da al negocio minero va de la mano con el desarrollo que tiene el sector energético, el cual en el último tiempo ha presentado varios avances en materia de costos y seguridad del sistema que son indudablemente un impulso para la industria. Sin embargo, es necesario ir más allá para dar respuesta a los desafíos específicos que una minería madura le presenta al país”, estiman los analistas de Cochilco.

El informe «Consumo Energético en la Minería del Cobre año 2021», se encuentra disponible en el sitio web, www.cochilco.cl,

Puede descargar el Informe AQUÍ:
extension://elhekieabhbkpmcefcoobjddigjcaadp/https://www.cochilco.cl/Mercado%20de%20Metales/Informe%20de%20Consumo%20de%20Energ%C3%ADa%20al%202021%20Final.pdf

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