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Comunidades y resolución de controversias

  • Por Jorge Castillo Luco, Director Ejecutivo del Centro de Arbitraje y Mediación Minero
    CAMMIN

Jorge Castillo Luco, Director Ejecutivo del Centro de Arbitraje y Mediación Minera, CAMMIN

Hemos conocido recientemente en Chile que comunidades presentaron 16 recursos sobre un proyecto de continuidad operacional de una compañía minera que opera en nuestro país.

Esta situación no es nueva. Hace al menos dos décadas que escuchamos hablar de la judicialización de los proyectos mineros y energético, entre otros, producto de los reclamos de comunidades en diversas regiones de Chile. Peor ha sido en países vecinos, donde han paralizado las operaciones de faenas que estaban en plena operación.

Esta situación no solo afecta la continuidad operacional de las operaciones mineras; al país y al mundo, ya que sabemos que, al menos se debe cuadruplicar la producción de minerales, especialmente de cobre, para cumplir con la transición energética, con la electromovilidad y otros adelantos tecnológicos que se espera mitiguen los efectos de Cambio Climático.

Para evitar estos conflictos, como Centro de Arbitraje y Mediación Minero, CAMMIN; proponemos la mediación temprana y, en este caso, nuestra mediación; de modo tal, de conversar con las partes involucradas, llegar a acuerdos y resguardar a las comunidades y permitir que las compañías sigan operando.

Por ello, hemos anunciado permanentemente que, desde los inicios de una operación, de una ampliación, de un nuevo proyecto, es importante el diálogo entre las partes y lograr la resolución de controversias que se puedan producir entre ellas.

Si bien, en estos procesos existen diversas herramientas, consideramos que instancias como CAMMIN deben ser incluidas desde el inicio de los proyectos, al igual como se hace con el diseño y la ingeniería de este.

En el mundo actual, las sensibilidades frente a la buena convivencia, los temas medio ambientales, hídricos y, en algunos casos, el resguardo de pueblos originarios, entre otros, son altas y no se debe esperar a que estos problemas escalen hasta niveles trascendentes que impidan seguir operando o que se mantengan en tribunales por meses o por años.

Como en todos los aspectos de la vida humana, el diálogo, consenso y la voluntad de las personas involucradas es la mejor forma de resolución de conflictos, que es lo que desde el Centro de Arbitraje y Mediación Minero aportamos.

 

 

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