Vinculación virtuosa entre proveedores y compañías mineras

El sector minero ha tenido que hacer frente a desafíos relevantes durante los últimos años, siendo la pandemia uno de ellos. La industria minera ha podido mantener su continuidad operacional gracias a sus altos estándares en salud y seguridad; pero también manteniendo un trabajo coordinado con sus proveedores, logrando así asegurar las diversas cadenas de suministro.

Dentro de este desafiante escenario, es clave que el sector genere las condiciones necesarias para fortalecer esta resiliencia, entre otras cosas, potenciando la conexión con los proveedores pequeños y locales. En el sector aún existen oportunidades de mejora, por lo que nuestro desafío está en identificarlas y abordarlas cuanto antes. Para lo anterior, se requiere un esquema de valor que involucre a todas las partes, industria y proveedores, para que esta vinculación sea más virtuosa y sostenible en el tiempo.

Durante las últimas décadas la industria ha hecho esfuerzos importantes en esta dirección, implementando diversas iniciativas y programas que van en línea con este desafío. Éstos han dejado aprendizajes y experiencias que debemos tomar en cuenta para darle un nuevo impulso a la industria en el largo plazo, y de cara a sus desafíos actuales. Dada su importancia para todos los actores, y como evidencian los esfuerzos históricos y la experiencia internacional, tanto las empresas mineras como los grandes proveedores juegan un rol central en este cambio de paradigma.

Entre los desafíos pendientes está el obtener mejores soluciones a menores costos, sin aumentar el riesgo en los servicios contratados; también, contar con un mayor acceso a proveedores, para robustecer la cadena de suministro y así generar una mayor vinculación con la región. Los grandes proveedores, por su parte, buscan una profundización de las relaciones a largo plazo con sus clientes, accediendo a contratos más grandes y en más áreas de acción, con una mayor agilidad de ejecución, y generando una oferta a precios competitivos. Asimismo, los proveedores pequeños buscan un mayor acceso a contratos mineros y una mayor visibilidad y presencia en el ecosistema minero nacional. Todas estas condiciones, conectadas de manera virtuosa, pueden transformarse en una relación de ganar-ganar, logrando generar valor para todos los involucrados.

Este desafío es el que ha decidido tomar la Corporación Alta Ley, con el respaldo de la industria, por medio del impulso de un nuevo programa para la Vinculación entre Compañías Mineras, Grandes y Pequeños Proveedores, que apunta a mejorar la competitividad, la resiliencia de la cadena de valor y el desarrollo local de la industria minera en su conjunto.

En su primera etapa, la iniciativa realizará un estudio de línea base con el fin de evaluar la cadena de suministro minera y así generar un análisis con el que se logren detectar oportunidades y lecciones. Lo anterior irá acompañado de un contraste con aquellas economías mineras de referencia, tales como Australia, Canadá, Finlandia y Japón. Luego se darán a conocer las oportunidades identificadas, de manera específica para cada actor, con sus respectivas recomendaciones que ayuden y guíen el diseño e implementación de un nuevo modelo de trabajo.

Sin duda, este es un proyecto necesario para la industria, y significará una real contribución para el desarrollo productivo del sector minero. Así lo hemos entendido nosotros, tanto Consejo Minero, como Aprimin, quienes hemos entregado nuestro apoyo a esta iniciativa, y a la que invitamos a diversos actores a hacerse parte de ella. (Fuente: Corporación Alta Ley)