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La ciencia al servicio de la seguridad y la sostenibilidad

  • Por Andrés León, Director Nacional (s) de SERNAGEOMIN.//

Andrés León, Director Nacional (s) de SERNAGEOMIN

El lanzamiento del Observatorio Nacional de Peligros Geológicos y Mineros marca un hito trascendental en la gestión avanzada del riesgo en Chile.

Liderada por el Servicio Nacional de Geología y Minería (SERNAGEOMIN) e impulsada por el Ministerio de Minería, CORFO y la Corporación Alta Ley, esta iniciativa no es solo un proyecto tecnológico; es una visión compartida de futuro que pone la innovación, la transparencia y la ciencia aplicada al servicio de la seguridad de las personas, la competitividad de la minería y la protección de nuestro territorio.

El Observatorio se erige sobre una sólida base de alianza público-privada y académica que no tiene precedentes en nuestro país. Con una inversión inicial de $2.500 millones de pesos del programa ITP de CORFO, hemos logrado juntar a instituciones de excelencia como la Universidad de La Frontera (UFRO), la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) y el Advanced Mining Technology Center (AMTC) de la Universidad de Chile. Asimismo, la Corporación Alta Ley, como colaborador estratégico, garantiza la vital vinculación con la industria, asegurando que el Observatorio se transforme en el núcleo de atracción de nuevas alianzas con el sector minero, universidades y centros de investigación. Esta arquitectura colaborativa está destinada a generar un ecosistema de innovación orientado a la prevención y a la toma de decisiones basada en evidencia.

Quiero destacar que, el Observatorio se organiza en tres núcleos de valor que abordan los desafíos geológicos y mineros más críticos para Chile, transformando datos dispersos en bienes públicos digitales de alto impacto:

Núcleo de Relaves: Concentra información estructural, geotécnica y satelital de los depósitos, implementando modelos de estabilidad física que fortalecen la seguridad operacional y la trazabilidad ambiental.

Núcleo de Remociones en Masa: Integra observaciones satelitales, sensores y modelos hidrometeorológicos para identificar zonas críticas expuestas a deslizamientos, priorizando territorios de alta vulnerabilidad como Antofagasta, Atacama y la zona andina central.

Núcleo de Volcanes: Basado en la experiencia de nuestra Red Nacional de Vigilancia Volcánica, consolidará y sistematizará datos históricos y recientes de actividad volcánica, contribuyendo a la planificación territorial y la gestión preventiva.

Estos tres pilares se articulan a través de una plataforma analítica nacional e interoperable. Esta infraestructura crítica nos permitirá acceder a información geocientífica procesada, mapas interactivos, modelos predictivos y recomendaciones técnicas, anticipando escenarios de riesgo y apoyando decisiones operacionales, regulatorias y financieras cruciales.

Nuestra visión se extiende más allá del lanzamiento. Los próximos desafíos se centran en la sostenibilidad y la expansión del impacto del Observatorio:

Consolidación y Expansión: Buscamos afianzar nuestra colaboración con empresas clave como BHP, CODELCO, Anglo American y Antofagasta Minerals, que ya están incorporados al módulo de monitoreo de relaves. Esto nos posicionará dentro de una red global de innovación en geociencias aplicadas.

Fortalecimiento del Capital Humano: Impulsaremos un programa de capacitación para 2025-2026 en tecnologías de nube, Data Engineering y formación en terreno sobre instrumentación geotécnica.

Creación de Bienes Públicos Estratégicos: Potenciaremos la Plataforma Nacional de Monitoreo, la Red Pública de Datos de Monitoreo para estandarizar el intercambio de información, y un Programa Público de Fortalecimiento de Capacidades para capacitar a municipios y empresas.

Además, estableceremos un Sistema de Coordinación Interinstitucional para el intercambio estructurado de información con SENAPRED y otros organismos del SINAPRED, fundamental para una respuesta oportuna ante emergencias.

Finalmente, el Ministerio de Minería, al vincular al Observatorio con la Mesa de Relaves 2025-2026 y el Plan de Cambio Climático para la Minería, refuerza su rol como infraestructura científica permanente del Estado.

Con esta iniciativa, Chile consolida su liderazgo regional en la gestión del riesgo geológico y minero, demostrando que la colaboración entre Estado, academia e industria es el camino para generar soluciones de impacto nacional y construir un futuro más seguro y sostenible para todos. (Corporación Alta Ley)

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