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COCHILCO: A corto y mediano plazo no se vislumbra una amenaza significativa de sustitución del cobre

  • Un estudio de este organismo hace extenso análisis de materiales que en distinto grado presentan algunas de las propiedades del cobre y que los convierten en posibles sustitutos.

El cobre reúne una serie de propiedades de conductividad eléctrica, térmica y ductilidad, entre otras, que le han permitido su uso en varias aplicaciones de índole urbana, industrial y doméstica. Sin embargo, existen materiales que en distinto grado presentan algunas de estas propiedades y que los convierten en posibles sustitutos. Esta es la razón por la cual la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) elaboró un extenso informe de estas potenciales amenazas, indicando que en el corto y mediano plazo no se observan grandes competidores. Pero, en el largo plazo, el grafeno y los nanotubos de carbono, aún en etapa experimental, podrían sustituir al metal rojo.

Actualmente, las principales amenazas son mayormente el aluminio, el acero inoxidable, el cinc, la fibra óptica y los plásticos.

De estos materiales, el aluminio tradicionalmente ha sido el sustituto de mayor uso. A pesar de contar con propiedades técnicas en general inferiores al cobre, su precio ha sido históricamente significativamente menor, lo que ha actuado como un incentivo para la sustitución en el tiempo. “Ahora bien, a través de un modelo empírico en un panel de países entre 1975 a 2019, vemos que a partir de un mayor precio relativo del cobre sobre el aluminio no es posible concluir que exista reemplazo de forma continua en el tiempo”, indican los analistas de Cochilco.

Esto parece tener un correlato en la historia reciente. En efecto, durante la última década el precio del cobre ha fluctuado entre tres y cuatro veces el valor del aluminio, sin que esto se haya traducido en un alto nivel de sustitución. De los otros materiales mencionados, cabe señalar que se ha visto su usabilidad en reemplazo del cobre en aplicaciones específicas, como es el caso de la fibra óptica en las telecomunicaciones, y los plásticos, acero inoxidable y cinc en distintos tipos de tuberías y cañerías.

“Sin embargo, la sustitución realizada en estas áreas ya ha sido en gran parte aceptada e interiorizada por el mercado, lo que naturalmente acota sus posibilidades de sustitución en el futuro”, sostienen los expertos.

Por último, es altamente relevante subrayar que existen otros materiales que aún están en etapas relativamente experimentales de desarrollo o bien con un uso industrial acotado, pero que eventualmente pueden actuar como sustitutos del cobre.

En este estadio, destacan el grafeno y los nanotubos de carbono.

“Si bien ambos tienen propiedades técnicas de conductividad que pueden ser similares o incluso superiores a las del cobre, sus precios son significativamente mayores, razón por la cual su consumo a nivel comercial es actualmente inviable. Sin embargo, en base a actuales y futuras inversiones en investigación y desarrollo, es esperable que sus precios tiendan a la baja, lo que en el largo plazo podría representar una amenaza de sustitución para el cobre, especialmente en artículos electrónicos”, aseguran.

Por último, los analistas de Cochilco señalan que: “A corto y mediano plazo, sin embargo, no se vislumbra una amenaza significativa de sustitución del cobre por otros productos. Así, en base al avance tecnológico actual y la información recopilada sobre sus posibilidades futuras, esperamos para la siguiente década que, en el contexto de una progresiva electrificación urbana e interurbana, así como de los medios de transporte, entre otros sectores, el cobre seguirá siendo preferido como el conductor por excelencia a nivel mundial”.

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