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Cuatro elementos clave para avanzar hacia la minería autónoma

  • Por Marcos Alexandre Lopes, Líder de Industry X para Accenture Hispanoamérica

Marcos Alexandre Lopes, Líder de Industry X para Accenture Hispanoamérica

La minería autónoma se ha convertido en un elemento clave para que el sector pueda avanzar hacia una mayor eficiencia operativa y los objetivos ESG (Environmental, social y corporate governance), ya que impulsa a las mineras a entregar más seguridad a sus trabajadores, al mismo tiempo que reduce impacto en el medioambiente. Sin embargo, aún no hay en la minería una adopción integral de las nuevas tecnologías.

La clave para llevar la autonomía al siguiente nivel es el uso creciente de la inteligencia en los sistemas, en forma de inteligencia artificial (IA), aprendizaje automático, automatización de procesos; y modelización de escenarios. Las nuevas tecnologías permiten hoy a la minería impulsar sistemas que dan al sector la capacidad de comprender los datos que fluyen través de las operaciones; desarrollar una visión casi en tiempo real de las operaciones y determinar qué opciones considerar. Pueden utilizarse para apoyar a los operadores humanos y, en última instancia, guiar la toma de decisiones automatizada y las respuestas a las condiciones cambiantes.

PRINCIPALES IMPULSORES DE VALOR

¿Cómo avanzar? A través de cuatro elementos principales. En primer lugar, las mineras deben tener una clara visibilidad de los principales impulsores de valor, ya que es fundamental para evitar y responder a las expectativas de los stakeholders. Luego, establecer las bases. Para aprovechar las ventajas de las tecnologías inteligentes, las mineras deben asegurarse de que sus arquitecturas de TI están preparadas para soportar comunicaciones entre varios sistemas y tipos de equipos. También deben evaluar la interoperabilidad de los sistemas, que es clave para integrar las operaciones de la mina y la cadena de valor. Por último, es necesario evaluar los requisitos de ciberseguridad, ya que un fallo en los sistemas autónomos podría significar la pérdida de control de los procesos.

En tercer lugar, las mineras deben utilizar datos de varias fuentes para alcanzar un proceso de toma de decisiones basado en la IA y la analítica. Deben tener en cuenta sus capacidades de manejo de datos para capturarlos y gestionarlos, garantizando al mismo tiempo que la data utilizada para la toma de decisiones es precisa y fiable. Los datos tendrán que ser limpios, coherentes y refinados en conjuntos de data que pueda ser analizada fácilmente. Así también, el flujo de datos tendrá que cambiar, pasando de ser lineal y controlado por varias disciplinas y segmentos de la cadena de valor, a un flujo multidireccional entre disciplinas. En general, garantizar la preparación de los datos es un requisito previo clave, sin el cual las capacidades autónomas serán limitadas.

GESTIONAR EL CAMBIO

Finalmente, las mineras deben gestionar el cambio. Por regla general, la tecnología cambia más rápido que las personas. Por eso, las empresas deben ayudar a sus colaboradores a sentirse más cómodos con los nuevos enfoques, comunicando con claridad, generando confianza y preparándolos para que tengan éxito en el nuevo entorno. Las empresas también pueden aplicar estos conceptos a las comunidades locales, para gestionar los temores sobre el impacto potencial de las operaciones autónomas en el empleo y la seguridad y para ayudar a mantener la licencia para operar otorgada por la comunidad.

Las operaciones autónomas están avanzando a una gran velocidad. Las mineras no pueden esperar más tiempo para ir mucho más allá de la automatización de tareas repetitivas. El imperativo está hoy en la inteligencia operativa.

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