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Estudiantes latinoamericanos participan en primer concurso organizado por GIZ y Alta Ley

  • La primera versión de esta iniciativa impulsada por la GIZ, Corporación Alta Ley y actores del ecosistema de los países andinos, busca promover iniciativas mineras innovadoras, orientadas a desarrollar una minería más sustentable, entre estudiantes de Chile, Perú, Colombia, Bolivia y Ecuador.

Participantes en la actividad latinoamericana.

Promover la generación de ideas innovadoras para desarrollar una minería más sustentable, fue el objetivo del concurso “Laboratorio de innovación en la minería en los países andinos”, organizado por GIZ, la Corporación Alta Ley y organizaciones relevantes del ecosistema de cada uno de los países participantes, el cual estuvo orientado a estudiantes de carreras afines a la industria de Chile, Perú, Bolivia, Colombia y Ecuador.

Los ganadores del certamen, fueron los proyectos “Lixiviación de metal blanco con soluciones ácidas y salmueras provenientes de las desalinizadoras para disminuir el impacto ambiental” de Chile, “Sistema de monitoreo basado en inteligencia artificial para granulometría y flujo másico en correas transportadoras” de Chile y Perú, “Desarrollo de un sensor electroquímico portátil y de bajo costo como herramienta de control de sistemas acuíferos en zonas remotas impactadas por procesos mineros” de Colombia. “Producción de biocarbón a partir de la biomasa residual del cultivo de palto como enmienda orgánica para el cierre de relave minero” y “Predicción de consumo específico de energía en molienda SAG aplicando machine learning” de Perú, “Estrategias biotecnológicas enfocadas a la biorremediación y reutilización de relaves mineros” de Ecuador y “Producción de hidrogeles de colágeno para absorción de metales pesados” de Bolivia, cuyos representantes a mediados de marzo viajaron a Colombia para cerrar el certamen y conocer la realidad minera de ese país.

LAS INNOVACIONES

Jorge Barrios, ingeniero de proyectos de energía de la Corporación Alta Ley y uno de los coordinadores del concurso, viajó junto a los ganadores y comentó que, “los proyectos premiados abordan temáticas relacionadas con incrementar la producción de algunos procesos a través de soluciones 4.0; aumentar la recuperación de materiales comercializables a través de la revalorización de pasivos mineros; y soluciones enfocadas en el cierre sostenible de operaciones, reducción de impactos ambientales y mitigación del daño causado a ecosistemas. También se resalta la componente de equidad de género presente en las inquietudes y el discurso de los estudiantes, lo que se ve reflejado en la paridad observada en los equipos ganadores, lo cual esperamos que sea un precedente para la minería y la industria del futuro próximo”.

Durante el viaje -que era parte del premio -, los estudiantes ganadores visitaron una compañía minera para conocer sus operaciones y las últimas innovaciones de la empresa. También aprovecharon de conocer e intercambiar los resultados de todos los proyectos finalistas, los cuales tuvieron un desarrollo enriquecedor y colaborativo, dado que los equipos, en su mayoría, estaban conformados por estudiantes de diferentes disciplinas y universidades. Incluso algunos estaban compuestos por estudiantes de distintos países, lo que refleja la complejidad y amplitud que reúnen los desafíos que actualmente enfrenta la minería.

Por último, entre los socios organizadores y otros miembros invitados, se realizaron charlas sobre casos de innovación, cómo llevar a cabo proyectos de este tipo y los impactos que han tenido y se espera que generen en el negocio minero y el ecosistema que lo soporta.

Jorge Barrios tuvo la oportunidad de exponer sobre las ventajas e impactos del trabajo colaborativo entre la industria minera y sus proveedores, con el fin de conseguir operaciones más sostenibles en términos de emisiones de carbono, poniendo énfasis en cómo cuantificar, evidenciar y transparentar hacia el ecosistema las acciones de sustentabilidad implementadas en las operaciones de estos actores.

En este sentido, Barrios explicó que “se dio un foco importante al rol habilitador que tiene la minería para la generación de capacidades a nivel local a través de sus proveedores, lo que tiene como potencial la creación de valor añadido no solo para la minería, sino que, para diversas industrias, al mismo tiempo que se avanza desde una economía basada en la transacción de bienes y servicios, a una complementada por la valorización del conocimiento, la innovación y el desarrollo tecnológico”.

Mientras algunos ganadores fundaron startups, otros siguen escalando sus proyectos y algunos se quedarán en manos de las casas de estudio donde se realizaron, para que los estudiantes aprendan de sus ideas.

Los organizadores de esta primera versión están evaluando la alternativa de hacer una segunda ronda de este certamen, el cual tuvo resultados positivos para los actores que lo coordinaron.

TESTIMONIO DE PARTICIPANTES

Matías Saavedra, estudiante de Ingeniería Civil en Automatización de la Universidad del Biobío, quien se presentó con el proyecto “Sistema de monitoreo basado en inteligencia artificial para granulometría y flujo másico en correas transportadoras”, dijo que, “La experiencia de participar en el concurso organizado por GIZ y Alta Ley, fue espectacular, tanto para mi formación como profesional y como persona, poder participar de capacitaciones y sesiones con gente de la industria, expandió mi visión de cómo es y cómo funciona la industria, además de adquirir conocimientos sobre emprendimiento e innovación y mejorar habilidades blandas”.

“El mayor aporte que rescato de estar presente en esta iniciativa, sin duda que es la obtención de conocimiento y contactos con gente de la región andina. Con estas capacitaciones creo que vamos con varios pasos por delante del común de los estudiantes, teniendo acceso a información y experiencias que pueden ayudarnos a la toma de futuras decisiones. Por otro lado, poder realizar networking con gente de otros países, sin duda que mejoro mi forma de enfrentar los problemas y creo que estos contactos serán de mucha utilidad en un futuro cercano”, agregó.

Por otra parte, Estefanía Oyanedel, estudiante de Ingeniería Civil en Minas de la Universidad de Santiago, cuyo proyecto fue “Lixiviación del metal blanco con soluciones ácidas y salmueras provenientes de las desalinizadoras para disminuir el impacto ambiental”, dijo que “Fue una experiencia increíble, donde pudimos compartir nuestros conocimientos e investigación con los diferentes grupos de trabajo ganadores del concurso. Además, pudimos conocer la minería de Colombia y su continuo desarrollo con las nuevas tecnologías actuales en minería”.

“El mayor aporte de la iniciativa es el desarrollo de nuevas ideas de innovación y sostenibilidad que se deben seguir trabajando para construir la minería del futuro.  Seguir promoviendo este tipo de concursos tiene un rol clave en la construcción de innovación en la industria”, concluyó.

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