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La industria del acero latinoamericana: en jaque y sin defensa

  • Por Ezequiel Tavernelli,  Director Ejecutivo Asociación Latinoamericana del Acero. //

Ezequiel Tavernelli,  Director Ejecutivo Asociación Latinoamericana del Acero.

El diagnóstico es contundente: la industria del acero global atraviesa una crisis histórica de sobrecapacidad y América Latina está siendo severamente golpeada.

En 2024, la producción siderúrgica de la región representó apenas un 3% del total mundial, y ha mostrado una tendencia a la baja sostenida durante los últimos 20 años. Hoy, del consumo interno de acero laminado en la región, un 40% corresponde a productos importados, principalmente desde China y otros países del sudeste asiático.

Las cifras son alarmantes y revelan una asimetría que pone en riesgo a toda nuestra industria. La producción de acero crudo en América Latina viene cayendo sistemáticamente, mientras que países como China han incrementado sus exportaciones de acero y de productos manufacturados que contienen acero, como vehículos y maquinarias, hacia nuestra región drásticamente en la última década. Esta avalancha de productos desplaza la producción local y debilita las cadenas de valor industriales de nuestros países.

La crisis de la industria del acero en América Latina

Mientras el mundo ha implementado 703 medidas de defensa comercial entre 2010 y 2023, América Latina apenas ha registrado 79, de las cuales solo 40 se dirigieron a China y al sudeste asiático. Esta baja capacidad de respuesta contrasta con regiones como Europa, Estados Unidos e India, que han endurecido sus políticas comerciales para proteger sus industrias frente a las distorsiones del mercado internacional.

El caso de Chile no es una excepción, sino más bien un ejemplo de esta problemática regional. El año pasado vimos cómo las importaciones a precios artificialmente bajos pueden dejar fuera de competencia a actores relevantes de la industria.

Pero, lo que está en juego no es solo una empresa, sino el futuro industrial de toda América Latina. La cadena de valor del acero genera 1,4 millones de empleos directos e indirectos en la región, empleos de alto valor que permiten movilidad social ascendente y desarrollo económico sostenible. Sin embargo, la región enfrenta un proceso de desindustrialización preocupante: entre 1990 y 2023, América Latina perdió 5,3 puntos porcentuales en la participación de productos manufacturados dentro de sus exportaciones totales, pasando de un 52,8% a un 47,2%.

Este retroceso ha ido acompañado de una creciente “primarización” de nuestras economías, reduciendo nuestra capacidad de generar valor agregado y consolidar industrias estratégicas. En lugar de exportar productos industriales, crece cada vez más la proporción de materias primas que América Latina exporta, profundizando su dependencia y vulnerabilidad externa.

Una política industrial coordinada para América Latina

Frente a este escenario, América Latina necesita con urgencia una política industrial coordinada y ambiciosa. Los gobiernos deben actuar con mayor rapidez y decisión, implementando medidas que nivelen el campo de juego y defiendan a nuestras industrias de prácticas desleales.

En particular, en Chile se aplican las medidas de defensa comercial más lentamente y con menos fuerza que en otras regiones, limitando la capacidad del país para reaccionar ante crisis como la que enfrentó el año pasado. Estas medidas son importantes para cuidar lo que queda de industria local, que es un ejemplo a nivel mundial de producción con baja huella de carbono.

No se trata de cerrar mercados, sino de garantizar condiciones justas de competencia. América Latina tiene el talento, los recursos y las capacidades para desarrollar una industria siderúrgica sostenible y competitiva, que impulse cadenas de valor y desarrollo económico y social. Pero cada día que pasa sin una respuesta coordinada significa más empleos perdidos y una mayor dependencia del acero extranjero.

Los gobiernos tienen la palabra. Proteger nuestra industria no es proteccionismo: es defender el futuro productivo de la región y el bienestar de millones de familias que dependen de ella. (ALACERO)

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