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Máximo Pacheco: “Hay gente a la que no le acomoda que Codelco se maneje como una empresa y desean politizar el acuerdo con SQM”

El presidente del directorio de Codelco respondió a las críticas al acuerdo entre la estatal y SQM en una entrevista en Mesa Central con Iván Valenzuela y Angélica Bulnes (realizada ayer, 29 de mayo). También, se refiere a las desvinculaciones por usos fraudulentos de licencias.


Se conoció que Codelco despidió sin derecho a indemnización a 21 funcionarios por uso fraudulento de licencia y que hay 97 casos más en investigación. ¿Con qué se han encontrado acá?

«Evidentemente nos hemos encontrado con una situación de incumplimiento grave del contrato laboral. La gente de Codelco se rige por el Código del Trabajo y cuando la Contraloría nos entrega esta información, inmediatamente comenzamos a investigar. Abrimos un periodo para que las personas pudieran presentar sus descargos. Ese periodo vence hoy a la una de la tarde. A última hora de la noche de ayer ya sumamos 37 personas que no están trabajando más en la empresa, porque se ha procedido a desvincularlas», partió respondiendo el presidente del directorio de Codelco, Máximo Pacheco, en una entrevista en Mesa Central, programa periodístico de TV13, bajo la conducción de los periodistas Iván Valenzuela y Angélica Bulnes, realizado ayer jueves 29 de mayo. Esta es la transcripción del programa:

¿Porque sus argumentos no fueron suficientes?

Porque era demasiado obvio que la licencia estaba siendo mal utilizada. Todos sabemos que cuando a uno se le entrega una licencia, tiene que estar disponible para que el fiscalizador pueda ir a la casa y confirmar que efectivamente la persona está enferma. De manera que, si una persona se va fuera de Chile, evidentemente esa licencia no se puede fiscalizar. Una licencia no es para estar viajando.

EL ACUERDO CON SQM POR EL LITIO

Hablemos de una de las cosas más importantes de su periodo como presidente, que es el acuerdo con SQM para la explotación del litio y la creación de una nueva entidad entre ambas empresas. Ha sido objeto de harto cuestionamiento en el último tiempo, en la Comisión de la Cámara de Diputados, por algunos candidatos presidenciales de derecha e izquierda, y también por algunos estudios, que grupos de empresas privadas han financiado para investigar el asunto o estudiarlo desde el punto de vista técnico. ¿Qué le parece todo lo que está pasando alrededor del acuerdo?

Lo primero que quiero comentar es que aquí existe una institucionalidad: desde hace 15 años, en 2009, se aprobó una ley por unanimidad en la Cámara de Diputados, con la abstención de un diputado, y por unanimidad en el Senado, con la abstención de dos senadores, y esa ley estableció que la conducción y dirección de Codelco está en manos de su directorio, un directorio profesional e independiente del gobierno de turno.

Hasta esa época, el presidente del directorio era el ministro de Minería y el vicepresidente era el ministro de Hacienda. Eso se terminó hace 15 años, cuando la conducción de la empresa quedó en manos de un directorio. Esto se hizo para que Chile pudiese ingresar a la OCDE y dar garantías de que una empresa tan importante como Codelco, que es la mayor compañía del país y la productora número uno de cobre del mundo, se maneja a través de un directorio que es profesional e independiente.

Y este directorio es el que toma esta decisión por la unanimidad. A mí me llama mucho la atención, porque en mayo de 2023, después de que el Presidente de la República informara en cadena nacional sobre la Estrategia Nacional del Litio, Codelco informó que inició negociaciones directas con SQM. Me visitó Ricardo Ramos (gerente general de SQM) en la Casa Matriz de Codelco. Hubo fotografías; después, di un punto de prensa e informé que se iniciaban las conversaciones. Nadie creyó mucho en el compromiso que teníamos de que, durante 2023, íbamos a resolver el acuerdo. Y firmamos un memorándum de entendimiento con SQM, en el que establecimos las condiciones para llegar al acuerdo. Y nadie dijo ni una palabra de que esto estaba mal porque iba a haber una negociación directa sin licitación. Después, firmamos los acuerdos definitivos. Yo me pregunto, entonces, ¿qué hay detrás de todo esto? ¿Por qué hoy, dos años después, cuando ya hemos avanzado y estamos en la fase final-final de la concreción de esta asociación con SQM, comienza a pasar esto?

¿Y qué se responde cuando se hace esa pregunta?

Tengo algunas hipótesis. La primera de ellas es que hay gente a la que no le acomoda que Codelco se maneje como una empresa dirigida por un directorio profesional e independiente y desean politizar esta decisión. Quieren que esta decisión se resuelva en algún otro lugar, que no sé cuál es, pero que no sea en el directorio de Codelco. Segundo, cada vez que Codelco hace cosas importantes y cada vez que se mueve, genera tremendos impactos en el país. Nos compramos el 10% en Quebrada Blanca, hubo gran discusión. Nos compramos una empresa de litio en Australia, gran discusión. Nos asociamos ahora con SQM, nuevamente un debate. Entonces, ¿por qué pasa eso? Yo creo que porque aquí efectivamente hay muchos intereses comerciales. Usted mismo, Iván, ha mencionado este estudio que se publicó, un estudio encargado.

Un estudio que publicó el domingo El Mercurio, de Jorge Quiroz, encargado por el Grupo Errázuriz, y que dice que por no haber licitado y por haber realizado este acuerdo, el Estado se pierde US$ 5.200 millones de dólares.

Claro, una cifra que sale de un cálculo en una servilleta; una cifra que no tiene ningún sustento.

¿No está hecho seriamente este estudio?

No, para nada. Es un estudio que está hecho muy a la rápida, pero, sobre todo, es un estudio encargado.

¿Interesado?

Absolutamente.

¿Qué interés tiene el Grupo Errázuriz en esto?

Mucho. De hecho, Francisco Javier Errázuriz me ha visitado en mi oficina por lo menos cinco veces. Y me va a ver con su equipo, despliega unos planos del Salar de Atacama, despliega planos del Salar de Maricunga, me explica dónde tiene pertenencias él en dichos salares, y por qué es fundamental que él pueda aportar esas pertenencias para ser socio en este negocio o venderlas.

¿O sea, quiere que le compre esas pertenencias?

Claro, eso es lo que quiere.

¿Y por qué no las compra?

Porque no las necesitamos. Nosotros tenemos ya más de dos tercios de la propiedad del Salar (de Maricunga), por las pertenencias propias, más las que le compramos a la empresa australiana, más las que nos transferirá SQM, en virtud del acuerdo (por el Salar de Atacama).

¿Y el interés del Grupo Errázuriz, entonces, es presionar, es torpedear el acuerdo para presionar una decisión de Codelco en orden a que le compre?

Claro. El punto que quiero hacer es que la decisión de una empresa tan importante como Codelco tiene impactos comerciales y, por lo tanto, afecta intereses comerciales. Entonces, hay gente que, evidentemente, lo discute, lo cuestiona y alega con distintos argumentos; pero tenemos que tener conciencia de que Codelco es una empresa que está bien hecha, que tiene una institucionalidad con un directorio. Hoy día viene una carta de Pedro Pablo Errázuriz, en el Mercurio, exdirector de Codelco, diciendo: “he estado cuatro años como director de Codelco y no acepto que se diga que no cuidé el patrimonio de la empresa”. Porque el directorio de Codelco responde con su patrimonio.

¿Como cualquier empresa privada?

Exacto, porque nos regimos por la Ley de Sociedades Anónimas, de manera que si (los directores) tomamos decisiones que afectan el patrimonio de la empresa, arriesgamos nuestro patrimonio personal.

¿Y los mismos intereses comerciales son los que están detrás de la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados? El diputado Cristian Tapia, incluso, lo acusó usted de mentirle a los diputados en el Congreso.

La verdad es que estoy muy extrañado con el trabajo que ha hecho la Comisión Fiscalizadora, porque lo hacen ahora, dos años después de saber que se acordó una asociación directa. Segundo, porque de la gente que fue invitada a dar su testimonio a esta comisión, un número importante son ejecutivos, abogados y ex ejecutivos del Grupo Errázuriz. SQM, que es la parte que supuestamente está siendo cuestionada por este acuerdo, no fue citada. Nadie de SQM fue a la comisión. Además, la comisión no cuestiona en ningún punto la legalidad de lo que hemos hecho. No se acusa a Codelco de haber incurrido en algún vicio de ilegalidad.

Entonces, la comisión tiene todas las atribuciones para fiscalizar a Codelco, porque esta empresa es fiscalizada por Cochilco, la Contraloría, la CMF y la Cámara de Diputados. Yo he estado 32 veces en el Congreso, desde que soy presidente hace tres años, explicando todo. Entonces, me llama mucho la atención que una comisión que tiene que fiscalizar la legalidad de lo actuado, de lo obrado, hoy día se meta en el mérito de lo que hemos decidido. El mérito de lo que decidimos es una atribución que, por ley, le corresponde al directorio de Codelco. Entonces, discutir si gustó la forma en que se adjudicó, si gustó a quién se le adjudicó, si gustó o no esta decisión no es parte de la fiscalización de la normativa o de la legalidad de lo obrado.

De la comisión investigadora, 10 de 11 diputados recomiendan no perseverar en este acuerdo. ¿Eso tiene alguna implicancia?

Ninguna.

Y usted cree que, a esta altura, en que el acuerdo está en sus etapas finales, ¿se podría caer?

No.

¿Ninguna posibilidad?

No veo ninguna posibilidad, porque hemos trabajado dos años, intensamente, nos hemos sacado la mugre. Segundo, hemos actuado de manera diligente, rápida y con sentido de urgencia. Se critica tanto que somos una empresa pesada, grande, que le cuesta tomar decisiones, que es lenta, y, ahora (también se critica) cuando actuamos rápido porque hay sentido de urgencia, porque el litio es fundamental para la transición energética, porque Chile tiene las mayores reservas de litio del mundo, porque hemos hecho las cosas en favor del país, en favor de Codelco y en favor del planeta.

¿Qué es lo que falta para cerrar el acuerdo?

Falta que termine la consulta indígena, que está conduciendo Corfo. Esta consulta tiene cuatro etapas y estamos en el final de la etapa tres. La etapa cuatro es la final, cuando las comunidades del Salar de Atacama expresan sus opiniones respecto de este acuerdo. Y después se va a toma razón de la Contraloría. También, falta que esta transacción, que es muy importante para el mundo, se termine de aprobar a nivel internacional. De los ocho países que deben autorizar, ya se ha aprobado en siete, la Unión Europea, Corea, Japón, Brasil….

Falta China.

Falta China. La autoridad regulatoria china ha hecho un trabajo súper intensivo y muy ilustrado. Hemos estado en contacto permanente con ella. La última vez fue la semana pasada. Se reúnen abogados nuestros, de nuestros estudios chilenos e internacionales, y abogados chinos, para responder todas las preguntas que ellos nos han ido haciendo. El proceso está dentro de tiempos normales, para que una autoridad regulatoria de libre competencia pueda tomar una decisión.

El hecho de que el accionista chino de SQM haya planteado objeciones, ¿no va a afectar la aprobación del gobierno chino?

No me quiero meter mucho en el tema interno de SQM. Efectivamente Tianqi, un accionista que tiene 21% de SQM, ha hecho muchas objeciones en Chile y todas han sido aclaradas favorablemente a este acuerdo. Lo han aclarado tribunales y la Comisión de Mercado Financiero en Chile. Ellos tienen todo el derecho a plantear todas sus objeciones, ese derecho lo están ejerciendo, y son las autoridades las que resuelven.

Jorge Quiroz, quien es el autor, junto a otros profesionales del estudio encargado por el Grupo Errázuriz le contesta hoy día a la columna de Eduardo Bitrán, uno de los directores de Codelco, por el tema de la licitación. Siempre se dijo que la licitación no era viable, porque dejaba una especie de valle sin producción si es que SQM no seguía explotando el Salar de Atacama, por el know-how, por la tecnología involucrada y por los incentivos que tenía para, al 2030, cuando vence el contrato original, seguir explotando el salar de la manera en que lo estaba explotando y para traspasar la tecnología. Pero dice Jorge Quiroz que Codelco acaba de anunciar para el Salar de Maricunga una asociación con Rio Tinto que promete operar, con nueva tecnología, a partir del 1 de enero del 2031, lo que entonces implicaría que podría haber una solución de continuidad con tecnología, con otro actor distinto a SQM, lo que invalidaría el argumento de por qué no se licitó.

Me quedo con todos los argumentos que dio Eduardo Bitrán en su columna. Bitrán, que es un destacado profesor de la Universidad Adolfo Ibáñez, es también una persona que ha estado muchos años dedicada al litio, fue vicepresidente de Corfo, es director de Codelco y ha participado activamente en esta negociación. ¿Qué es lo que dice él? Que tomemos nota de que este acuerdo nos permite adelantar ingresos para el Estado y para Codelco a partir 2025. O sea, vamos a generar utilidades por este negocio apenas firmemos el acuerdo final, con efecto retroactivo, es decir, a partir del 1 de enero de este año.

Segundo, en este caso hay una situación muy especial, porque ya hay un operador en el Salar de Atacama, que es SQM. Si se hubiese iniciado un proceso de licitación, habríamos tenido que esperar elegir al nuevo operador y que entrara al negocio. Esto es como cuando se arrienda una casa: el arrendador actual se queda hasta el último día y recién entonces entra el nuevo. Sólo en ese momento verá si le cambia la pintura, si hace otros arreglos, etc. Un proceso en el cual teníamos que cambiar de operador, traía mucha incertidumbre, porque había que elegirlo, primero, y después, ese operador tenía que conseguir los permisos ambientales, los estudios de ingeniería, construir la nueva tecnología.

Se compara el caso con el de Rio Tinto, que es nuestro socio en el Salar de Maricunga, pero no tiene nada que ver. A partir del momento en que firmemos los acuerdos definitivos por Maricunga, que espero que sea el primer trimestre del próximo año (2026), Rio Tinto puede empezar, desde ya, a realizar los estudios de ingeniería, a presentar los permisos, a construir, por lo que sí llegaremos a producir en 2031.

Y si se hubiera necesitado ahora…

Es que nos está dando toda la razón el argumento (que manifiesta Quiroz en su carta a Bitran), porque al final, ¿qué quiere decir? Que desde hoy hasta 2031, cuando comience la producción de litio en el Salar de Maricunga, existirá un período de, al menos, cinco años, para que Rio Tinto realice todos estos trámites de permisos, ingenierías, construcción.

Por el otro lado, si nos embarcábamos en el proceso de cambiar de operador (en el Salar de Atacama), tendríamos que realizar esa licitación y también definir otras cosas. ¿Qué es lo que vamos a hacer con los trabajadores en el periodo en que no se esté operando? ¿Cuánto se van a demorar los permisos? ¿Cuánto se va a demorar la ingeniería? ¿Cuánto se va a demorar el nuevo operador en conocer el salar, las comunidades y el entorno? ¡Esto no es bicoca!

Por lo mismo, quiero decirles con toda claridad que éstas son las razones por las cuales (el acuerdo con SQM) es uno de los contratos más complejos que ha firmado Chile en muchos años, si es que no, el más complejo de todos. Esto es lo que llevó al directorio Codelco, que es responsable de esta decisión, a dedicarle tanto tiempo a hacerlo bien. Y lo hemos hecho bien.

Así como usted lo plantea, Máximo, queda la sensación de que nunca hubo otra opción que hacerlo con SQM, como que no había otra alternativa.

Sí, había, efectivamente había. Nosotros contratamos probablemente a uno de los bancos con más experiencia en el litio en el mundo, Morgan Stanley, con el que trabajamos muy detalladamente cuánto es lo que valía lo que nosotros teníamos y cuánto es lo que le exigíamos a SQM por el acuerdo. Hecha esa valorización, nos sentamos a la mesa y dijimos: “si no conseguimos ese acuerdo, tendremos un Plan B”.

De hecho, Francisco Javier Errázuriz fue a mi oficina, después de que habíamos firmado el memorándum de entendimiento en diciembre de 2023, y me llevó un documento de 15 páginas, según él respecto de por qué aquí se había hecho un mal negocio. Y yo le dije una cosa muy simple: “Mira esta cláusula del memorándum; en ella se establece que, si hay alguna oferta interesante a considerar, podemos evaluarla, analizarla y aprobarla”. Estábamos todavía en la etapa de un memorándum no vinculante, por eso le dije: “Preséntame una oferta”. Me preguntó si estaba abierta esa ventana. “¡Claro, pues!”, le dije. Y no llegó ni una.

Por otro lado, fui dos veces a China en 60 días, porque teníamos un plan B. Nosotros nos sentamos a la mesa sabiendo que teníamos un objetivo: que, si no cumplíamos con SQM, íbamos a irnos por un camino alternativo, que lo considerábamos más riesgoso, más incierto y de mayor complejidad. Pero teníamos ese Plan B.

Precisamente la contratación de Morgan Stanley ha generado ruido, porque fue contratado por Codelco antes de que se anunciara la Estrategia Nacional del Litio y el acuerdo con Corfo. Entonces, dicen, el acuerdo con SQM estaba ya cocinado, ya estaba escogida.

Nosotros contratamos a Morgan Stanley después de tener un acuerdo con Corfo, que alcanzamos en enero de 2023.

¿Porque Corfo es el dueño del Salar de Atacama?

Es el dueño. Y ese acuerdo funciona sobre la base de que la Corfo estableció que Codelco sería el nuevo arrendatario por 30 años, a partir de 2031. Con ese contrato, nosotros nos sentamos a la mesa con SQM. Por eso, el contrato con Morgan Stanley lo firmamos en marzo, y no estaba restringido a asesorarnos en una negociación con SQM, sino que con ella o con cualquier otra empresa con la que llegáramos a un acuerdo de producción entre 2031 y 2060.

 

 

 

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