Perspectivas y oportunidades del «oro azul» para Chile

• Por Gastón Fernández Montero, abogado e historiador.

El cobalto, conocido como el «oro azul» por su llamativo color, es un mineral clave para la transición hacia un mundo más tecnológico y sostenible. Este metal, con propiedades únicas y una creciente demanda global, tiene un enorme potencial para diversificar la matriz minera chilena y consolidar la posición del país en el mercado internacional de recursos estratégicos, especialmente, si consideramos que el 80% de la producción mundial de cobalto proviene de la República Democrática del Congo, un país que enfrenta restricciones de exportación, inestabilidad política y problemas laborales. Estas circunstancias han abierto nuevas oportunidades para otros países productores, como Chile, para entrar al mercado y garantizar el suministro global

El cobalto es esencial para la fabricación de baterías de ion-litio, utilizadas en dispositivos electrónicos y vehículos eléctricos. La transición hacia energías limpias ha elevado significativamente su demanda y, en consecuencia, su precio. Solamente en el último año se incrementó casi en 23% y la semana pasada (26 de junio de 2025),se situó en 33,335 USD/T.

En Chile, el cobalto se encuentra principalmente como subproducto de la minería de cobre y oro. Gran parte de este mineral termina en los relaves mineros, que representan un recurso valioso para su recuperación. Además, en regiones como Atacama y Coquimbo, se están reactivando yacimientos que contienen este metal.

Chile cuenta con la tecnología y los procesos hidrometalúrgicos necesarios para recuperar cobalto de los relaves mineros. Esto no solo permite aprovechar recursos previamente desechados, sino que también posiciona al país como un actor clave en la economía verde al diversificar su «canasta minera». La implementación de estas tecnologías podría transformar a Chile en un importante proveedor de cobalto a nivel global.

Además de representar una oportunidad económica, la explotación de cobalto en Chile abre un horizonte para el desarrollo sostenible de este metal y en mejores ingresos para el país y las regiones mineras.