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Un 2025 Dorado: El Oro en la Cúspide de los Mercados Financieros
- Este fenómeno se explica por una combinación de factores que incluyen una mayor incertidumbre geopolítica y económica, la debilidad del dólar estadounidense y un impulso positivo de los precios. Tanto inversores institucionales como bancos centrales han incrementado sus posiciones en oro, buscando refugio y diversificación en un entorno de volatilidad creciente.
El año 2025 ha sido testigo de un desempeño extraordinario del oro, que ha alcanzado más de 50 máximos históricos y ha logrado un retorno superior al 60%. Este fenómeno se explica por una combinación de factores que incluyen una mayor incertidumbre geopolítica y económica, la debilidad del dólar estadounidense y un impulso positivo de los precios. Tanto inversores institucionales como bancos centrales han incrementado sus posiciones en oro, buscando refugio y diversificación en un entorno de volatilidad creciente.
FACTORES CLAVE DEL REPUNTE
El ascenso del oro en 2025 se sustenta en dos pilares macroeconómicos principales: un escenario geopolítico y geoeconómico sobrecargado, y una caída generalizada en el valor del dólar junto a tasas de interés ligeramente menores. Esta coyuntura ha motivado una fuerte diversificación de carteras, especialmente ante los resultados mediocres de los bonos y las dudas sobre el futuro de los mercados bursátiles.
La demanda de inversión ha crecido en todas las regiones, de Occidente a Oriente, mientras los bancos centrales han mantenido un ritmo de compras muy por encima de la media, aunque por debajo de los récords de los tres años anteriores. El modelo de atribución de retornos del oro (GRAM) revela que el entorno de alto riesgo explica cerca de 12 puntos porcentuales del rendimiento anual, impulsado principalmente por el riesgo geopolítico. La reducción del coste de oportunidad, gracias a un dólar más débil y tasas más bajas, sumó otros 10 puntos porcentuales.
EL ORO FRENTE A LA INCERTIDUMBRE DE 2026
De cara a 2026, el panorama se mantiene marcado por una incertidumbre geoeconómica persistente. El precio actual del oro refleja las expectativas del consenso macroeconómico, y podría mantenerse en un rango acotado si las condiciones permanecen estables. Sin embargo, los analistas advierten que, al igual que en 2025, el año próximo podría traer sorpresas.
Si el crecimiento económico se ralentiza y las tasas de interés bajan aún más, el oro podría experimentar ganancias moderadas. En un escenario de recesión severa, con riesgos globales elevados, el oro podría tener un rendimiento sólido. Por el contrario, si las políticas económicas de la administración estadounidense logran acelerar el crecimiento y reducir la tensión geopolítica, el oro podría retroceder, presionado por tasas más altas y un dólar fortalecido.
ESCENARIOS HIPOTÉTICOS PARA 2026
En el escenario de deslizamiento superficial, la desaceleración económica y el aumento de la aversión al riesgo motivarían una migración hacia activos defensivos como el oro. Si la economía global entra en una recesión profunda, el “bucle fatal” podría disparar el precio del oro hasta un 30% más, impulsado por la búsqueda de refugio y la caída de los rendimientos de largo plazo.
Por otro lado, un repunte económico acompañado de reflación y tasas más altas podría debilitar al oro, con una corrección de hasta el 20%. En este contexto, los inversores rotarían hacia acciones y activos de mayor rendimiento, disminuyendo la demanda de oro.
COMODINES: BANCOS CENTRALES Y RECICLAJE
La demanda de los bancos centrales y la oferta de reciclaje constituyen factores adicionales de peso. Las compras oficiales han sido robustas y se espera que continúen, especialmente en mercados emergentes cuyas reservas de oro están por debajo de las economías avanzadas. Si las tensiones geopolíticas se intensifican, las compras podrían acelerarse, reforzando el apoyo estructural al oro.
El reciclaje de oro, por su parte, ha estado moderado este año. Sin embargo, una desaceleración económica en países como India podría aumentar la oferta secundaria y presionar los precios a la baja, especialmente si se producen liquidaciones forzadas de garantías respaldadas por oro.
CONCLUSIÓN: EL ORO, DIVERSIFICADOR DE CARTERA EN TIEMPOS DE VOLATILIDAD
Las perspectivas para el precio del oro en 2026 están definidas por un entorno económico incierto y volátil. Si bien el consenso macroeconómico sugiere un rendimiento limitado, los riesgos geopolíticos y la posibilidad de una desaceleración económica global podrían seguir apoyando al oro como activo refugio.
La inversión en oro aún tiene margen de crecimiento, y tanto la demanda de los bancos centrales como el reciclaje podrían proporcionar soporte adicional, aunque también pueden convertirse en factores adversos bajo ciertas condiciones.
En última instancia, la diversidad de posibles escenarios resalta el valor de la planificación financiera basada en escenarios. En un mundo donde los choques y las sorpresas son cada vez más frecuentes, el oro mantiene su relevancia como herramienta de diversificación y protección ante la volatilidad de los mercados.




