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El talento humano es el eslabón clave de la minería 4.0
- Por Carola Espinoza, Directora del Centro de Formación Komatsu Cummins. //

La industria extractiva se encuentra en un punto de inflexión: la transición hacia la minería 4.0 exige un cambio profundo en la forma de concebir el capital humano. La integración de tecnologías digitales, automatización e inteligencia artificial redefine los perfiles profesionales, impulsando la necesidad de un modelo más eficiente, seguro y sostenible. En este escenario, la formación dual aparece como una respuesta estratégica para enfrentar la escasez de talento especializado y fortalecer el ecosistema minero nacional.
Hoy, los técnicos y profesionales del sector ya no solo deben dominar la operación de maquinaria o la extracción de minerales. Se requieren competencias en robótica, mantenimiento predictivo, sostenibilidad y energías renovables. Esta transformación demanda un modelo educativo flexible, alineado con las necesidades reales de la industria y con las expectativas de las nuevas generaciones.
La educación técnica dual ofrece justamente esa ventaja: vincula el aprendizaje académico con la experiencia práctica en entornos laborales reales. Al diseñar los programas formativos junto a las empresas, se asegura la pertinencia de los contenidos, mientras que la práctica temprana permite a los estudiantes familiarizarse desde el inicio con tecnologías y protocolos de última generación. Esto se traduce en egresados con una curva de aprendizaje más corta, listos para aportar valor desde el primer día.
Los beneficios de este modelo no se limitan a los futuros profesionales. Las empresas que impulsan la formación dual fortalecen su propuesta de valor como empleadores, anticipan los desafíos del mercado laboral y refuerzan la sostenibilidad de su negocio a largo plazo. Sin embargo, su éxito depende de un compromiso activo del sector privado, que debe asumir la formación dual no solo como una responsabilidad social, sino como una inversión estratégica para asegurar la competitividad futura.
Si Chile aspira a mantener su liderazgo global en minería, potenciar nuevas habilidades en nuestros talentos es ineludible. La educación dual se erige como una herramienta clave para garantizar que las próximas generaciones estén preparadas no solo para operar en la transformación digital, sino también para liderar una minería más sostenible, resiliente e innovadora.