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Itrend: ciencia de datos, tecnología e innovación para la resiliencia ante desastres
- Varios de los proyectos que han llevado a cabo les han dado la experiencia para desarrollar soluciones tecnológicas que son una buena base para ser replicados en la industria minera. Recientemente, firmaron un convenio con SERNAGEOMIN con quienes esperan debutar próximamente en el sector minero.

Itrend es un Instituto Tecnológico Público mandatado por el Estado de Chile a través del Ministerio del Interior y el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres de Chile (Senapred). Nació a partir de la Estrategia Creden, en la cual un grupo de especialistas de diversas disciplinas luego del terremoto del 27F definen brechas y tareas necesarias para avanzar efectivamente hacia un país más resiliente ante desastres.
Una de las condiciones planteadas para ello era la creación de un Instituto Tecnológico, con una misión de interés público, que pudiera articular las capacidades existentes en ciencia y tecnología, para hacer frente a los desafíos que nos plantean los desastres para el desarrollo del país, la productividad y el bienestar de la población. Hoy, seis años después de su creación, Itrend se ha posicionado como un aliado técnico del Estado, y un articulador entre este, la academia, el sector privado y la sociedad civil.
GESTIÓN DE RIESGOS
“Trabajamos un rango amplio de iniciativas, que abarcan desde informes y estudios específicos para impulsar la toma de decisiones basada en evidencia, estimación de riesgo asociado a distintas amenazas y análisis de impactos económicos, proyectos educativos enfocados en la comunidad escolar, hasta soluciones tecnológicas específicas para apoyar la gestión de riesgo”, explica Catalina Fortuño, directora ejecutiva de Itrend.
“En particular, es importante destacar un proyecto que actualmente trabajamos junto con la Subsecretaría de Economía y el sector forestal, que busca medir el impacto económico que pueden generar los incendios forestales, inundaciones y sismos en esta industria. Con esto se busca generar una herramienta que proyecte estimaciones de riesgo productivo, mediante modelos de riesgo diseñados para la industria forestal y modelos de propagación económica que permitan estimar los impactos al resto de los agentes económicos. Esta busca permitir al Estado el diseño de instrumentos de política orientados a la prevención y mitigación de riesgos, principalmente enfocados en las empresas de menor tamaño. Esto se ha trabajado en conjunto con empresas del sector forestal, Corma e Infor, porque la colaboración público-privada para el fortalecimiento de capacidades e instalación de medidas de mitigación con una visión sistémica, es fundamental”, aclara Catalina Fortuño.
Agrega que, “por otro lado, hemos logrado un trabajo sostenido como aliado técnico de Senapred, en una variedad de proyectos, como los lineamientos y metodología para la generación de los mapas de riesgo que debe elaborar el Servicio en coordinación con los organismos técnicos de monitoreo de amenazas, según mandata la Ley 21.364. También hemos desarrollado la aplicación EMA, que sistematiza la gestión de eventos y las alertas de incendios forestales en la Unidad de Alerta Temprana, logrando eficientar en al menos un 40% sus procesos. Esta herramienta fue desarrollada por Itrend, por mandato del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, con el propósito de entregar información actualizada y precisa relacionada a incendios forestales en todo el país, a los tomadores de decisión. La aplicación consolida, organiza y estructura la información generada por la UAT, proveyendo una interfaz moderna y fácil de usar que permite el acceso rápido a información relevante y simplificada para el seguimiento del ciclo de vida de las alertas”.
¿Cómo logran integrar las capacidades de distintos sectores para potenciar la ciencia y la tecnología al servicio de Chile, para reducir las brechas existentes y avanzar hacia un país más resiliente ante desastres?
Itrend tiene la cualidad de proveer soluciones específicas y movilizar las capacidades en ciencia y tecnología del país para resolver problemas que son de interés público. Esto lo hace mediante la articulación, la construcción de alianzas de largo plazo, una alta especialización y desarrollo tecnológico de vanguardia. Para ello integra las capacidades tanto desde el nivel institucional, donde su gobernanza está compuesta por representantes del sector privado, gremios, academia y sociedad civil, hasta lo más operativo. En este nivel, trabajamos reuniendo en la misma mesa a actores diversos, generando espacios de diálogo estratégico y técnico para entregar soluciones “a medida”, haciendo un match con soluciones que pueden existir en otras áreas de la sociedad, organismos, países o adaptando algunas de ellas a la necesidad existente. En esta temática tan específica como es la resiliencia ante desastres, nuestra figura nos permite una agilidad en la generación de proyectos, a la vez de un conocimiento de todo el ecosistema.
¿Qué proyectos han desarrollado que tengan valor para la industria minera?
Varios de los proyectos que hemos llevado a cabo nos han dado la experiencia para desarrollar estudios o soluciones tecnológicas que son una buena base para ser replicados en la industria minera. Por ejemplo, el proyecto que trabajamos actualmente con el Ministerio de Economía, y que busca medir el impacto económico de los desastres en el rubro forestal, podría ser escalable al sector minero y a las amenazas a las que este está expuesto. Esto permitiría, más allá de identificar los activos expuestos o estimar las pérdidas directas, que de seguro la industria conoce, realizar estimaciones a nivel macroeconómico, que se traducen en la afectación a otros sectores productivos o en las finanzas públicas. En cuanto a soluciones tecnológicas, tenemos la experiencia de haber trabajado junto a Senapred en el desarrollo de EMA, una herramienta que permite a la Unidad de Alerta Temprana de Senapred (UAT), sistematizar la gestión de información y alertas sobre incendios forestales. Esperamos en un futuro poder escalar esta aplicación a otras amenazas, que podrían ser por ejemplo, los relaves.
VINCULACIÓN CON LA MINERÍA
¿De qué manera se vinculan con el sector minero? ¿Cómo articulan sus proyectos con la industria?
Itrend ha trabajado en una diversidad de proyectos con la industria, como el sector forestal, el rubro asegurador, las transmisoras eléctricas, los servicios sanitarios, por ejemplo. A partir de estos proyectos hemos podido adquirir la experiencia del trabajo con el sector privado, que tiene particularidades según el rubro, por lo que no existe una metodología única. Pero sí, el factor común, es partir por comprender su necesidad específica y poder entregarles propuestas con una mirada integral.
“En particular, sobre el sector minero, recientemente firmamos un convenio con Sernageomin, organismo con el que ya habíamos trabajado en conjunto en la generación de los lineamientos para los mapas de riesgo. Este es el organismo técnico encargado de monitorear varias amenazas, entre estas, los relaves. A partir del colapso del tranque de relaves El Cobre en el año 1965 en El Melón producto de actividad sísmica, y la más reciente rotura de la presa de Brumadinho en Brasil, existe mayor conciencia y estándares asociados a sostenibilidad que han influido en la industria minera para una mayor comprensión sobre estos riesgos complejos y su abordaje. Por eso, vemos en este convenio una oportunidad que nos puede abrir puertas al trabajo con el sector, conocer y entender en mayor detalle su funcionamiento y poder levantar necesidades específicas”, releva la profesional.
¿Qué opinan de la importancia de la articulación público – privada para avanzar en temas como los que ustedes abordan?
La gestión de riesgo de desastres es un problema complejo, que requiere un abordaje sistémico y trabajo mancomunado, donde la colaboración intersectorial y la comprensión del riesgo son fundamentales. Por un lado, la articulación público – privada permite combinar técnicas, disciplinas, conocimiento y experiencias, para buscar mejores soluciones y en menores plazos. Y en la actualidad, estos sectores suelen estar desconectados, lo que dificulta la comprensión de las repercusiones económicas, sociales y de mayor alcance del cambio climático y otros riesgos futuros.
Junto con ello, como efecto del cambio climático se genera un aumento de los costos y la intensificación de la frecuencia de los desastres. Para poder abordar esta problemática, lograr una mayor resiliencia frente a ellos y minimizar sus efectos negativos, se debe integrar la reducción del riesgo de desastres en el núcleo de las decisiones financieras y los marcos políticos, los gobiernos, las empresas y las comunidades. La industria debe conocer y comprender los claros beneficios en términos de costos de integrar la reducción del riesgo de desastres en sus inversiones, ya que cualquier desembolso inicial para reforzar la resiliencia se amortizará gracias a las pérdidas evitadas.
¿En qué consisten las plataformas para la predicción y monitoreo de amenazas naturales y los mapeos de posibles daños en las zonas donde puedan ocurrir desastres?

Los desastres pueden generarse a partir de eventos de origen natural o antrópicos, que se conjugan con condiciones de exposición y vulnerabilidad. Es posible anticipar algunas de las condiciones que pueden producir ciertos eventos, pero otras, como los terremotos, no se pueden predecir. En Chile existen, por ejemplo, sensores ubicados en el océano que permiten alertar sobre variaciones en el nivel del mar, que son los que utiliza el SHOA en su protocolo para alertas sobre tsunami. La Dirección Meteorológica de Chile, por su parte, cuenta con sensores electrónicos que miden diversos parámetros, como temperatura, humedad, presión atmosférica y velocidad y dirección del viento. Estos sensores recopilan datos que se procesan, almacenan y transmiten para su análisis y predicción del clima.
LOS MAPAS DE AMENAZA DE RIESGOS
Catalina Fortuño aclara que, «por otro lado, como herramienta de planificación o para la toma de decisiones respecto a medidas de mitigación, se desarrollan mapas de amenaza y riesgo. En términos generales, los mapas de amenaza muestran las zonas del país o territorios que son susceptibles a determinadas amenazas y en caso de serlo, cuál es la probabilidad de que esta se materialice con cierto nivel de intensidad. Los mapas de riesgo, en cambio, representan la interacción entre la amenaza existente en ese territorio y otras condiciones, como la exposición y vulnerabilidad, que puede terminar en daños a la población o infraestructura, y junto con ello, producir pérdidas económicas. De acuerdo a la Ley 21.364, los Organismos Técnicos de Monitoreo de Amenazas (OTMAs), son los encargados de generar mapas de amenaza oficiales. Asimismo, Senapred, debe elaborar mapas de riesgo asociados a las distintas amenazas, en coordinación con OTMAs y otras instituciones del Estado».
¿Cómo levantan esos mapeos y de qué manera alertan a las industrias que podrían verse afectadas?
El mecanismo para realizar los mapas de riesgo varía según la amenaza y el uso que se les espera dar, depende de los datos disponibles y el conocimiento que se tenga respecto de la potencial ocurrencia de un fenómeno en un territorio determinado. En términos generales, para desarrollar mapas de amenaza y riesgo se requieren datos de eventos anteriores, estimaciones respecto a probabilidad de ocurrencia, valores posibles de magnitud y/o intensidad, además de información que permita caracterizar a la población y activos expuestos, así como de los efectos que las amenazas pueden producir en ellos (vulnerabilidad).
¿Cuáles son los desafíos para el 2026? ¿Alguno vinculado a minería?
Para el año 2026, el desafío para Itrend es continuar posicionando la importancia de la resiliencia ante desastres en diversos sectores, a través de iniciativas que permitan fortalecer las capacidades públicas y privadas, generando insumos técnicos -como datos, modelación y análisis- que habiliten el desarrollo de políticas públicas. Recientemente enviamos un proyecto que busca abordar la continuidad operativa de las líneas vitales, y que afectan a la industria en su conjunto, incluido el sector minero, rubro clave para la economía nacional. Iniciativas como esta, o como la desarrollada junto con el Ministerio de Economía, y que es replicable al contexto de la minería, permiten impulsar un desarrollo sostenido del país, un crecimiento de productividad, mejoras en el bienestar de la población y su entorno. Al hablar de resiliencia ante desastres, en el fondo aspiramos a contribuir a un desarrollo integral y sostenible de toda la sociedad. (Corporación Alta Ley. Editado para www.guiaminera.cl)




