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Innovación minera desde Antofagasta: cuando la aceleración se convierte en impacto

  • Por Macarena López, Directora Ejecutiva de Aster. //

Macarena López, Directora Ejecutiva de Aster.

Cuando hablamos de innovación minera en Chile, muchas veces el foco se pone en la gran escala productiva. Sin embargo, en la última década ha quedado claro que el verdadero cambio estructural se está gestando en la capacidad de crear, validar y escalar tecnología desde los territorios, conectando talento emprendedor con desafíos reales de la industria.

Que cuatro de las ocho startups destacadas en la categoría Minería del ranking “Las 100 startups más prometedoras de la década” pertenezcan al portafolio de Aster no es solo un reconocimiento a estas empresas, sino también una señal potente sobre el rol que puede jugar un ecosistema bien articulado. ObraLink, Smart Mining, Bruna by AltumLab e INDIMIN son ejemplos concretos de cómo la innovación desarrollada desde Antofagasta puede proyectarse hacia mercados nacionales e internacionales con soluciones de alto impacto.

Desde nuestra experiencia, la aceleración no se trata únicamente de mentorías o financiamiento. Se trata de acercar tecnología a la operación, generar espacios de pilotaje, validar soluciones en contextos reales y acompañar a las startups en su proceso de maduración comercial. La vinculación con una compañía de clase mundial como Escondida | BHP ha sido clave para transformar ideas en soluciones aplicables, escalables y con resultados medibles.

El avance del portafolio Aster también ha tenido un efecto virtuoso en el territorio. Hemos visto cómo se fortalece la atracción de talento, se desarrollan capacidades locales y se posiciona a la Región de Antofagasta como un polo de innovación minera, más allá de su histórico rol productivo. Hoy, la región no solo extrae recursos: también genera conocimiento, tecnología y valor agregado.

Desde 2022, hemos acelerado 68 startups en siete generaciones, movilizando más de US$1,65 millones en inversión directa y acompañando a un portafolio que ya acumula más de US$17 millones en ventas históricas. A esto se suman 69 contratos comerciales y 52 pilotos industriales desarrollados con compañías mineras, cifras que reflejan un tránsito efectivo desde la innovación hacia el negocio.

Un dato especialmente relevante es que el 22% de las startups aceleradas ya cuenta con operaciones o presencia comercial en mercados internacionales. Esto confirma que las soluciones desarrolladas desde Chile y desde regiones, tienen la capacidad de competir globalmente, especialmente en ámbitos clave como sostenibilidad, eficiencia operacional y digitalización de procesos.

La tasa de supervivencia del 93% de las startups aceleradas es otra señal de que el modelo funciona. No porque elimine el riesgo inherente al emprendimiento, sino porque lo gestiona de mejor manera, alineando innovación, industria y visión de largo plazo.

El desafío ahora es escalar este impacto. Seguir fortaleciendo la colaboración entre grandes compañías, startups, academia y territorio, para que la innovación minera no sea una excepción, sino una ventaja competitiva estructural para Chile. Desde Antofagasta hacia el mundo, ese es el camino que estamos construyendo.

 

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