Columna de OpiniónDestacadosNotas MinerasNoticias
Trending

Los programas de gobierno y la minería

  • Por Marcos Lima Aravena, ingeniero civil industrial, Profesor Titular Asociado de la Universidad Católica de Chile

Marcos Lima

La minería ha sido un pilar fundamental en el desarrollo de Chile en toda su historia independiente y especialmente en los últimos treinta años. Es por ello que siempre nos ha resultado sorprendente que los distintos gobiernos que han conducido el país -salvo preocuparse de aumentar la recaudación de impuestos, optimizar los dividendos generados por Codelco y tener una preocupación legítima por los efectos medioambientales de la actividad-  no hayan concentrado esfuerzos en potenciar su desarrollo, preocuparse de los problemas que la afectan y sobre todo aprovechar la oportunidad que significa la escala (el tamaño), la importancia a nivel internacional y la integración a la cadena de proveedores global que posee la minería para subirse al carro de la revolución digital y el combate al cambio climático.

¿Qué podemos esperar para la minería dependiendo de quién gane el balotaje del 19 de diciembre? ¿Más de lo mismo o veremos un quiebre en la tendencia antes enunciada? ¿Se instalará un enfoque “anti extractivista”, desarrollista, privatizador?

Con el propósito de responder estas interrogantes, revisemos algunas facetas relevantes de los programas que han presentado los candidatos Boric y Kast, no obstante estar consciente que, como han dicho ambos sectores: “nada está escrito en piedra”, y por consiguiente, estos pueden cambiar en el futuro.

Resulta interesante mencionar que, aunque estos programas representan los extremos del arco político nacional, coinciden en algunas materias: el rol de Enami: “plan de fomento y desarrollo para la mediana minería… impulsando su modernización tecnológica e inversiones para dar mayor sustentabilidad a sus operaciones.” (Boric); “promotor de una minería más moderna, sustentable y de mayor valor agregado” (Kast); el impulso a una minería verde: “reducción del impacto ambiental asociado a la producción de cobre…. infraestructura compartida para el uso de agua de mar en minería; uso de energías limpias en los procesos mineros e industriales” (Boric),” “mitigación de pasivos ambientales, uso responsable del agua y la energía… eliminar toda contaminación proveniente de los efluentes del proceso industrial y minero” (Kast) ; una mejor relación con las comunidades: “posicionar la minería en Chile como un ejemplo…manteniendo una relación armónica con las comunidades y los territorios donde se desarrolla” ( Boric); “Las comunidades … deben ser consultadas en cuanto las externalidades positivas y negativas que experimentan”( Kast); y también, aunque parcialmente, en  avances tecnológicos: “iniciativas científicas para minimizar el impacto de relaves mineros y la optimización de la exploración minera…investigación y desarrollo que permitan acelerar la transición hacia una minería de bajas emisiones (Boric)”; “subirse a la revolución 4.0 donde el Estado actúe como articulador y ponga a disposición recursos públicos para implementar la digitalización de la industria” (Kast)

Las diferencias más marcadas, en nuestra opinión, surgen en primer lugar en materias tributaria. Aunque la discusión sobre un nuevo royalty a la minería es un tema instalado hoy en el Parlamento, la candidatura Boric lo presenta como uno de los financiamientos relevantes para su programa de gobierno, una recaudación adicional del 1% del PIB, precisando que estará conformado por una componente ad-valorem (sobre las ventas) y otra aplicada a la rentabilidad operacional o financiera.  A pesar de que no aparecen los porcentajes que se propondrán en cada componente ni tampoco conocemos las bases de dicho cálculo, la cifra a recaudar -en torno a los US$ 3.000 millones-implica un aumento muy significativo de los actuales niveles del royalty o impuesto específico, toda vez que el promedio de los últimos diez años, incluyendo lo que paga Codelco, está en torno a los US$ 380-400 millones, aunque debiera subir a cerca de US$ 1.000 en este año de precios record. Otro factor que tomar en consideración es la aplicación de una tasa sobre las ventas, lo que perjudicaría fuertemente a minas de altos costos y baja ley, situación que involucra a un porcentaje relevante del parque minero nacional.

Por su parte la candidatura Kast postula bajar los impuestos y aunque no se refiere al actual royalty ni tampoco indica si mantendrá la tasa adicional que grava los dividendos retirados, la reducción de la tasa de impuesto a las empresas –de 27% a 17%– implicaría para un año de buenos precios, como el actual, una disminución de los ingresos fiscales en el rango de los US$ 1.000 millones.

En segundo lugar, los programas difieren en el rol del Estado en la esfera económica. Mientras la candidatura Boric propone la participación directa del Estado a través de: “la creación de una Empresa Nacional de Litio que desarrolle una nueva industria nacional de este recurso…agregando valor a la producción” y también, ”fortalecer la capacidad de fundición de cobre, impulsando la construcción de una nueva fundición para la producción de cobre refinado con altos estándares ambientales”; la candidatura Kast,  por su parte, plantea su contrario: “un capitalismo popular con las empresas del Estado, que convierta a los chilenos en dueños directos de su patrimonio. En esto se incluye a: Codelco, Enami, Enap…”.

Al respecto, un par de comentarios, el valor agregado asociado a los procesos de fundición y refinación es muy menor si se le compara con aquel   asociado a la   producción de concentrados, ya que el mayor valor está en las primeras etapas de transformación del cobre, no siendo una buena idea invertir en fundiciones, refinerías o fábricas de alambrón, sino que el camino es fortalecer el desarrollo “aguas arriba”. En cuanto a la idea del capitalismo popular, quienes lo proponen debieran revisar la experiencia de ese proceso durante el Gobierno Militar, que enriqueció a ciertos grupos de ejecutivos de las empresas privatizadas, además de terminar la propiedad de estas, en su mayoría, en manos de consorcios extranjeros. Un riesgo adicional en el caso de Codelco es que, a través de implementar este método, la empresa puede terminar siendo propiedad de nuestros principales clientes, con el natural conflicto de interés.

La tercera diferencia sustantiva entre los programas de gobierno se refiera a las políticas laborales. La candidatura Boric propone una negociación colectiva multinivel y ramal, reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales y modificación de la ley de igualdad de remuneraciones, limitar el despido por necesidades de la empresa y, entre otras materias, la controvertida propuesta de incorporar un porcentaje relevante de representantes de los trabajadores en los directorios de las empresas. Por su parte, la candidatura Kast impulsa políticas de flexibilidad laboral para la contratación de mano de obra en jornadas parciales o en forma temporal, modernizar el Código del Trabajo para introducir libertad de horario, el trabajo por hora y el teletrabajo y establecer en todos los contratos de trabajo una indemnización por años de servicio a todo evento.

Considerando el extraordinario éxito obtenido por las empresas mineras durante la pandemia: manteniendo sus niveles de producción, controlando adecuadamente los contagios y superando una veintena de negociaciones colectivas, resulta aventurado producir cambios como los planteados por ambas candidaturas, y no afectar el buen clima laboral imperante en la industria, siempre tan difícil de mantener.

Sin pretender ser exhaustivo en el análisis de los programas en pugna, nos preocupa la ausencia de ciertos temas, entre los cuales destacamos: incentivos que permitan superar el estancamiento productivo en torno a los 5,6 millones de toneladas, que ya alcanza más de quince años; políticas destinadas a impulsar una mayor integración entre la minería y el ecosistema productivo y de innovación (proveedores locales, academia, startups tecnológicos, etc.)  generando un clúster competitivo de clase mundial; compromiso con la promoción de nuevos usos del cobre, apertura y defensa de mercados, influencia y conocimiento de las bolsas de metales y el mercado de chatarra. Todos ellos son focos estratégicos para un país que, con el 28% de la producción de cobre de mina, sigue siendo el principal actor en el mercado global.

Estamos seguros de que la minería podrá seguir mostrando al país que no solo representa divisas, impuestos y buenos empleos, sino que puede contribuir decisivamente a superar este momento difícil y reencaminarnos en la senda del desarrollo.

Artículos relacionados

Close