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Senador García Huidobro y fundición para Chile: “es una oportunidad histórica para liderar la minería verde”

  • En Seminario de Cesco, en el que también participaron el parlamentario Juan Pablo Letelier, el subsecretario de Minería y expertos del CRU, hubo consenso y apoyo a la idea presentada por Iván Valenzuela, director de la entidad organizadora del conversatorio.

    Es un hecho cierto que, China concentra el poder de fundición en el mundo, con alrededor de 80% de toda la capacidad procesadora global y que Chile, el principal productor mundial de cobre y con las mayores reservas del metal, envía casi todo su concentrado al mercado asiático, porque la baja rentabilidad del negocio y la imagen contaminante de las refinerías locales han hecho desistir de cualquier proyecto de una nueva refinería para Chile.

    Por esto, la propuesta del director de Cesco, Iván Valenzuela, de contar con una nueva fundición de vanguardia tecnológica en Chile, para agregar valor a cada tonelada de cobre producido en el país, concitó apoyo generalizado de los invitados al panel del webinar “Nueva capacidad de fundición para Chile, instancia organizada por el Centro de Estudios del Cobre y la Minería, para conversar abiertamente sobre el futuro de la industria en el país.

    En la actividad, que fue moderada por la directora ejecutiva de Cesco, Alejandra Wood, participaron el subsecretario de Minería, Iván Cheuquelaf; los analistas de la consultora CRU, Ben Jones y Erik Heimlich; el presidente de la Comisión de Minería y Energía del Senado de la República, Alejandro García Huidobro (UDI) y el senador de la Comisión de RR.EE. del Senado, Juan Pablo Letelier (PS), además de Beatrice Pierre, gerente general de la Fundición Altonorte, de Glencore.

    POLITICA MINERA
    El subsecretario de Minería, Iván Cheuquelaf, se explayó en los avances del diseño y análisis la Política Nacional Minera 2020, en la que han participado más de 3.000 personas insertas en el mundo profesional y técnico, quienes han entregado sus opiniones en relación con los distintos temas que deben ser incorporados en el nuevo marco normativo, institucional y estructural que debe darse el sector en un escenario de cambio climático y de avances tecnológicos únicos en nuestra historia.

    Iván Cheuquelaf destacó en cifras el aporte de la minería a la economía nacional, así como la inversión materializada en 2020, que alcanzará a los US$3.800 millones, aclarando que, hasta 2023 hay 18 nuevos proyectos aprobados, con una inversión de US$17.000 millones, por lo que la minería tendrá un papel clave en la reactivación de la economía del país.

    El subsecretario lamentó que, durante los últimos 30 años, Chile haya visto disminuida su capacidad de refinación, llegando a representar menos del 40% de la producción de cobre del país. Lo anterior, debido al atraso tecnológico, la falta de innovación, agotamiento de los minerales oxidados y la contaminación de algunas fundiciones, sumado a los altos costos, pérdidas de mercado y una mala reputación de la actividad, que afectan al conjunto de la minería. “La pregunta es: ¿si debemos seguir exportando más cobre concentrado o refinado?”, inquirió. “Es una decisión de alta complejidad y será un aporte valioso para la Política Nacional Minera”, concluyó la autoridad.

    LA PROPUESTA DE CESCO
    Chile seguirá siendo un país minero durante muchos años más por la cantidad y variedad de recursos existentes en gran parte del territorio nacional, además de ser uno de los actores más relevantes en el mundo en materia de minería del cobre. Por lo mismo, el país tendrá que responder a mayores exigencias por parte del mercado por nuevos procesos y productos que apunten a una economía verde. En ese sentido, será crítico contar con una capacidad fundidora que responda a los desafíos ambientales y de competitividad, con tecnología de punta y que genere empleos de calidad, compatible con los territorios y comunidades donde opera.

    Por esto, Iván Valenzuela fue enfático en señalar que, aunque el negocio de una nueva fundición para Chile es desafiante, también es rentable. “Como Cesco, estamos impulsando este proyecto, por agotamiento de un ciclo. Hoy tenemos la oportunidad histórica de avanzar hacia otra etapa, agregando valor a los concentrados”, aclaró.
    La propuesta técnica y económica para la instalación de una nueva fundición para Chile, considera una inversión de US$1.500 millones, para una producción de 1,5 Mt, con un costo de csUS$17 lb/Cu, y un TIR de 13%, con ventajas comparativas de localización y disponibilidad de concentrados, respecto de la competencia, especialmente de China, aclaró Valenzuela.

    El exsubsecretario de minería y gerente general de Ecometales (empresa de Codelco) consideró que la inversión en una nueva fundición debería estar materializada y operativa el año 2027, dado que, para esa fecha, la normativa medioambiental vigente podría provocar que alguna de las fundiciones actuales deje de operar, por lo que resulta crítico iniciar el proyecto y avanzar en tópicos como los permisos ambientales y el suministro de concentrado.

    “Esta instalación permitiría un 99,9% de captura de C02, un 71% de ahorro de gases de efecto de invernadero por transporte a China. Es un aporte ambiental”, dijo. Y agregó que Chile cuenta con una matriz energética con menor huella de carbono que China y más limpia que la de muchos otros países donde se procesan concentrados, por lo que nuestras ventajas comparativas se incrementarían en el mercado global.

    A ello, se sumaría su aporte tecnológico, al tratar minerales complejos y elementos valiosos; además de contribuir a mejorar la imagen de la minería chilena, factor crítico para disponer de la licencia social, y evitar que Chile sea empujado por el mercado a un punto sin retorno en la cadena de valor del cobre”, expresó Valenzuela
    “Este es un tema país y se requiere la decisión del as autoridades para concretarlo. Además, el negocio de la fundición debe ser manejado por una empresa de excelencia mundial en fundiciones y refinerías de cobre. Creemos que en la medida en esto se concrete habrá interesados en participar en el negocio. Una nueva refinería para Chile es posible, es necesaria y es crucial para que Chile mantenga su liderazgo mundial, aproveche de reciclar, ahorre energía y de valor a nuestro cobre verde”, agregó finalmente.

    OTRA MIRADAS
    Por su parte, Beatrice Pierre, gerente general de Altonorte, dio a conocer las características de la fundición ubicada en la Región de Antofagasta, una instalación de propiedad de Glencore -multinacional de commodities-, que presenta altos niveles de eficiencia técnica. Pierre la calificó como “de clase mundial”. La fundición cuenta con 800 trabajadores directos y 400 indirectos y con 10% de dotación femenina y ha implementado un plan de reducción de emisiones, que se adelantó a la normativa medioambiental. “Estamos muy por debajo del límite”, aclaró.

    La ejecutiva explicó que han desarrollado también una estrategia de gestión de relaves y mejoras del uso del agua, junto con la utilización de gas natural en sus operaciones, reducción de material particulado a través de filtros de mangas y un sistema de enfriamiento de las ollas del complejo metalúrgico, lo que han permitido, reducir el consumo hídrico y las emisiones de gases nocivos al medioambiente.

    Posteriormente, fue el turno de Ben Jones y Erik Heimlich, analistas de CRU, quienes se refirieron a los factores técnicos y económicos que confluyen en la operación de una fundición, con miras a entregar un marco estratégico de operación de un nuevo complejo metalúrgico en el país, acorde con las exigencias internacionales. Ambos concordaron en que hay diversos factores que deben ser considerados al momento de desarrollar un proyecto de esta naturaleza, entre ellos, el marco legal, su impacto en la cadena de suministros nacional, la proximidad a los centros productivos, mano de obra especializada y otros aspectos que hagan atractiva la inversión.

    Heimlich aclaró que en el mundo muchas fundiciones han cerrado, porque no hay concentrados de buena calidad, junto a una baja de las tarifas de procesamiento en China. Además, existen prácticas de blending y alto contenido de arsénico en la mayoría de las minas de cobre, por lo que dicho negocio está pasando un momento complejo, aunque se ve cierto optimismo a largo plazo.

Por su parte, Jones, agregó que es necesario considerar el impacto económico y ambiental que implica la construcción de una fundición, factores que deben ser considerados al momento de desarrollar un proyecto de este tipo, lo mismo que la demanda de ácido sulfúrico y los procesamientos complejos, como aquellos de alto contenido de arsénico, por lo que importante un buen estudio de factibilidad previo a la decisión.

Ambos, finalmente coincidieron en que todas las variables favorecen a Chile, que lleva años de ventaja competitiva en el mercado internacional del cobre. Por lo tanto, una buena fundición verde sumada al cobre verde permitirá seguir manteniendo el liderazgo. “Hay espacio para el optimismo”, dijeron.

PANEL DE CONVERSACIÓN
Finalmente se realizó un panel de conversación moderado por Alejandra Wood, el que contó con la participación de Iván Valenzuela, director de Cesco, y los senadores Alejandro García Huidobro y Juan Pablo Letelier.
Alejandro García aclaró que, en 2015 se le entregó una propuesta para una nueva fundición a la Presidenta Bachelet, la que lamentablemente quedó archivada por oposición del Ministerio de Medio Ambiente.

“Cometimos un gran error. Debimos trabajar en conjunto con los representantes de ese sector para tratar temas tan sensibles, como una refinería para Chile. Hoy estamos ante una oportunidad histórica para la minería verde y no podemos dejarla pasar”, sostuvo el parlamentario.

Por su parte, Juan Pablo Letelier dijo que la idea de una nueva fundición le causaba “una sana provocación y una gran frustración”. Provocación, porque sentía que ésta era la gran oportunidad de Chile con vocación de país minero y recursos minerales extraordinarios, además con una cultura medioambiental capaz de establecer las normas que sean necesarias y sin frenar esta propuesta, porque no existe forma de producir nada en el mundo, sin impacto ambiental adverso, pero podemos hacer las cosas bien. Y, por otro lado, frustración, “porque no entiendo las razones por las que no lo hacemos”.

“Es una oportunidad gigante y me molesta la incapacidad de los tomadores de decisiones porque no la aprovechamos.”. Letelier agregó que, Codelco es el gran culpable al gastar 2.600 millones de dólares en enchular sus antiguas fundiciones y cumplir con las exigencias ambientales en lugar de hacer algo distinto, con la última tecnología existente en el mundo. Debemos trabajar unidos para crear consenso y avanzar con esta iniciativa, que es de interés nacional”, pidió a los asistentes al webinar, antes de concluir su participación.

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