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25 de octubre de 2020

Por
Diego Hernández

Presidente de la Sociedad Nacional de Minería (SONAMI)

El pasado 25 de octubre se verificó un ejemplar proceso plebiscitario que, de acuerdo con lo decidido por la ciudadanía por amplia mayoría, Chile iniciará un inédito proceso constituyente que redactará una nueva Carta Fundamental. Este proceso formó parte del documento, denominado “Acuerdo por la Paz Social y Nueva Constitución”, suscrito en noviembre del año pasado por el oficialismo y la oposición en un clima de creciente tensión y violencia en el país.

Desde el primer momento, valoramos dicho acuerdo para poner fin a la escalada de violencia y saqueos que vivía Chile y poder así encausar las legítimas demandas de miles de personas que se habían manifestado pacíficamente en las calles el 25 de octubre de 2019.

De la misma forma, estimamos fundamental que, a través de los cauces institucionales debían resolverse las legítimas diferencias respecto del desarrollo del país.

Chile se ha pronunciado por una nueva Constitución y también por el mecanismo a través del cual se llevará a cabo ese proceso. Lo ha hecho masivamente pese a la pandemia y de manera pacífica.

En ese sentido, tenemos la convicción que como país debemos alcanzar un amplio acuerdo respecto de los principios y normas que van a guiar nuestra convivencia, lo que va a definir el rumbo del país en los próximos años.

Confiamos y apoyamos el que este proceso se ajuste a los mecanismos ya definidos, y que todo ello lleve a un resultado que no signifique un desequilibrio esencial al ordenamiento normativo que ha permitido grandes avances para el país.

Como fiel gremio representativo de toda la minería nacional, consideramos de vital importancia mantener las bases regulatorias que han permitido el desarrollo de los tres pilares productivos de la minería chilena. Esto es, el pilar estatal conformado por Codelco; el de las empresas privadas de la gran minería, conformada por inversionistas nacionales y extranjeros; y el pilar de los inversionistas privados nacionales de la pequeña y mediana minería.

Creemos que la regulación de los principios fundamentales que permiten el desarrollo minero debe dar una señal clara de certeza y estabilidad de las reglas del juego. Ello es y ha sido un factor clave para atraer inversionistas y desarrollar importantes proyectos en el sector.

Como organización gremial con 137 años de existencia, estaremos disponibles para aportar a los Constituyentes con nuestra visión y experiencia, en la convicción de que la redacción de una nueva Carta Fundamental nos permita una mejor convivencia, un mejor desarrollo de la minería y más progreso para Chile. (Editorial Boletín Minero, octubre 2020)

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