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Desafíos para una transición generacional en minería

  • Por Fabiana Santos, Vice President People and Performance Ausenco. //

Fabiana Santos, Vice President People and Performance Ausenco

El sector minero se enfrenta a un gran reto para su futuro: la atracción de talento joven. Según el Estudio de Fuerza Laboral de la Gran Minería 2023-2032, elaborado por la Alianza CCM-Eleva, se proyecta una demanda de más de 34.000 nuevos talentos en la próxima década. Esto refleja un aumento del 36% en comparación con el estudio anterior y subraya la robustez y el crecimiento de una industria que sigue siendo clave para el desarrollo económico del país. Sin embargo, detrás de estos números positivos se ocultan desafíos significativos que la minería debe abordar para mantenerse competitiva y sostenible.

Las preocupaciones medioambientales de las generaciones más jóvenes suelen hacer que las carreras profesionales en el sector de las energías renovables y la digitalización les resulten más atractivas que la minería. Sin embargo, la reciente toma de conciencia de que esta industria es esencial tanto para la transición energética como para el desarrollo de tecnologías como la inteligencia artificial, han mejorado su reputación. Esto supone una importante oportunidad para que el sector minero atraiga a jóvenes talentos.

En este contexto, las empresas de servicios para la minería se presentan como un actor clave, al ofrecer nuevas oportunidades en roles que no son tan conocidos y abren nuevos espacios para el desarrollo de talento joven en áreas, por ejemplo, de consultoría o ingeniería consultiva. Un ejemplo de esto es que, en Ausenco 37% de los colaboradores tienen hasta 35 años, lo que significa un incremento de 7% de la fuerza laboral joven en los últimos 5 años.

A raíz de esto, es imprescindible mejorar la educación técnico-profesional, especialmente en aquellas disciplinas clave para el sector. Para ello, se requiere una coordinación efectiva entre la industria, el gobierno y las instituciones educativas, para fortalecer la formación en especialidades mineras, adecuando los programas de estudio a las necesidades actuales y futuras de la industria. Solo así la minería podrá contar con los profesionales capacitados que requiere.

Una transición generacional exitosa también pasa con una correcta inclusión del talento joven. Por eso son valiosas las instancias en que jóvenes recién egresados de carreras ligadas a la minería tienen la oportunidad de explorar el trabajo de distintas áreas de forma práctica y completa, con el apoyo de líderes y mentores experimentados, en un entorno colaborativo y abierto a la innovación.

Por otro lado, las nuevas expectativas de las generaciones más jóvenes son un factor relevante al que la industria debe adaptarse, ofreciendo condiciones laborales flexibles, promoviendo una imagen moderna y sostenible del sector, y mejorando la formación técnica y profesional vinculada al rubro. Los puestos de trabajo y programas para recién graduados disponibles deben brindar de forma efectiva un lugar donde los talentos puedan desarrollarse profesionalmente, trabajando en proyectos reales, en un ambiente que valore la diversidad e inclusión, la innovación, la flexibilidad y la meritocracia. Solo de esta forma atraeremos al mejor talento que llevará a la industria minera a un siguiente nivel.

En los años venideros, el sector minero tiene un gran desafío en torno al talento humano. Pero si la industria sabe abordar estos desafíos con visión estratégica, podrá asegurar una transición generacional exitosa y continuar siendo un motor de crecimiento y desarrollo para las próximas décadas.

 

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